Hace unos años
atrás, recuerdo que para una de mis clases de literatura teníamos que escribir
en un blog nuestras reacciones de algunas obras literarias que leíamos. En aquel entonces era lo más nuevo y lo
disfruté mucho. Sólo lo hicimos en esa
clase y después nunca más lo volví a hacer.
Ahora que se nos
ha pedido escribir en nuestro blog, se me ha olvidado totalmente cómo hacerlo. ¡No,
no me da vergüenza admitirlo! Sin embargo, esto me ha llevado a pensar en cómo
es posible que cuando dejamos de usar ciertas formas de la comunicación
electrónica como el “blog” se olvida tan rápido, especialmente cuando estamos
bombardeados con otras formas de comunicación como el Facebook o tweeter. Ahora mismo,
siento que no tengo el tiempo de actualizarme con cada nueva forma tecnológica
de comunicación que existe. Tengo que
admitir que todavía soy de esas personas que disfruta de una conversación cara
a cara o por teléfono, pienso que la voz no puede ser cambiada por un medio
tecnológico. Sí, soy un poco echada a la
antigua. Pero, también me doy cuenta de
la importancia de mantenerse al corriente con los medios tecnológicos, porque
de haber hecho eso, no estaría escribiendo este corto escrito.
Yo también me considero muchas veces una persona anticuada cuando se trata de tecnología, principalmente cuando me preguntan ¿tienes twiter? y la respuesta es siempre negativa. A mí también me gusta la vieja charla en persona y en muchos casos ya dejé de comunicarme con conocidos porque ellos no tienen tiempo para reunirse y hablar personalmente. Creo que aquí es donde entra la comunicación electrónica: para no perder contacto. Aunque en mi opinión, no sustituye el contacto personal.
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