Hace casi un año que estaba preparándome para volver a estudiar por primera vez en tres años. Estaba muy emocionada por estar finalmente estudiando un tema que me interesaba tanto, y por saber que dentro de poco estaría haciendo el trabajado que siempre había querido hacer. Me acuerdo que mi esposo me dijo que, aunque estaba emocionada, después de unas semanas de clases estaría quejándome de la tarea y el estudio como siempre. Aunque no lo quería admitir, fue verdad. Desde enero he tomado tres semestres de clases, 8 cursos en total, y todo mientras trabajaba tiempo completo en mi trabajo normal. Ahora que estoy terminando este año tan loco, con cuatro proyectos finales que hay que entregar antes del jueves y un montón de trabajo en la oficina, ¡pienso que tengo que estar loca por haber intentado hacer todo esto a la vez! Pero luego recuerdo que después de esta semana tendré un mes libre (bueno, libre de estudio, no trabajo...), y en enero finalmente comenzará la última etapa de mi programa – mi práctica de enseñanza (student teaching). Pronto estará terminado mi programa y probablemente me hará falta el estudio otra vez…