sábado, 1 de diciembre de 2012

Porqué soy maestra...



Ayer uno de los estudiantes en mi clase de Español 1 me preguntó porque trabajaba como maestra.  La sugerencia evidente es que una persona inteligente y capaz no debe conformarse a este trabajo cuando hay tantas otras posibilidades.  No es la primera vez que he respondido a esa pregunta, ofrecida con verdadera curiosidad y con la inocente franqueza de los jóvenes.  Respondí honestamente pero minutos después me estaba regañando a mi mismo por no haber dicho más y explicado mejor.   Empecé a enseñar cuando mi esposo trabajaba muy duro y teníamos cuatro hijas pequeñas. El trabajo me ofrecía un horario adecuado para criar una familia, sin gastar dinero para guardería o niñera, y el verano libre para estar con los abuelos que vivían lejos.  Por esas razones, explico, llegué al trabajo de maestro y no lo he dejado.  Pero la respuesta verdadera es otra. Yo pienso que mi trabajo es importantísimo.  Yo tengo amigos que ganan mucho más y tienen trabajos que les otorgan respeto, pero sus logros no me impresionan:  han vendido muchos productos, o ayudado al bienestar de una compañía muy importante.  Yo no gano bastante dinero y los elogios suelen cubrir un tono negativo ("¡Qué bien que tu haces este trabajo... porque yo nunca lo haría!).  La realidad es que lo hago porque me gusta, y porque creo en el viejo cliché, que los maestros pueden cambiar el mundo.  Claro que todavía no he conseguido paz en la tierra para todos, o superado la ignorancia, pero celebro los cambios pequeñitos que observo.  Yo enseño por los momentos de éxito: como la chica artística que quedó inmóvil, transformada, estudiando cada pincelada cuando la llevamos a un museo por primera vez.  O el chico que me dijo que estaba enojado porque la película que mostré en clase le hizo cuestionar sus propias ideas sobre la inmigración. Sobretodo enseño para disfrutar de los momentos cuando veo la luz de comprensión y un nuevo interés en el mundo extranjero.  Hace cinco años pensé en cambiar de carrera, pero siempre regresaba al mismo punto: no sabía en qué otra profesión pasaría cada día discutiendo ideas y riendo con gente curiosa, capaz y animada, y, además, con tiempo de vacación para cultivar mi propia vida.

5 comentarios:

  1. Me gustan mucho las razones que has dado para explicar por qué quieres ser maestra. Es verdad que hay algunas personas que no respetan mucho la profesión, por eso es necesario que los maestros expliquen al público por qué sea una profesión tan importante. Gracias por contar tu experiencia.

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  2. ¡Karen me encanta tu blog! Estoy muy de acuerdo con lo que tú dices. Hay gente que tiene trabajos mejores y que hacen mucho dinero pero no se sienten felices ni satisfechos haciendo lo que hacen. Antes que yo me graduara de high school yo iba a ir a la universidad para casa una carrera en la rama de la tecnología. Durante este tiempo yo estaba más enfocada en la parte económica no me importaba mucho si me iba a sentir satisfecha con una carrera en esta rama. Llegue hasta el punto de aplicar para una universidad de tecnología y me aceptaron en dicha universidad. Cuando tuve en mis manos las aceptaciones de todas las universidades fue cuando realmente pensé a que me quería dedicar el resto de mi vida. Yo no me veía en una oficina encerada trabajando en computadoras todo el día yo sabia que tarde o temprano me aburriría. Pase mucho tiempo tratando de decidir que carrera me aria sentir satisfecha. Sabía que quería ayudar a personas y hasta pensé en ser enfermera pero si veo sangre me da nerviosidad así que decidí que ser maestra de español seria la carrera perfecta para mí. Así que estoy persiguiendo la carrera que me ara sentir satisfecha.

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  3. Ser maestra es algo que en ciertas países es muy prestigioso, por ejemplo, en país ser maestro es equivalente a ser médico o ingeniero aunque no ganen el mismo sueldo pero todo el mundo tiene mucho respeto a los maestros. Incluso el día de los maestros es feriado y los medios dedican mucho espacio de cobertura para reconocer sus logros. Por experiencia propia yo sé que los maestros pueden hacer cambios grandes, si no en el mundo entero por lo menos en las vidas de muchas personas. Por ejemplo, yo misma he tenido dos experiencia con maestros que me ha cambiado la vida, la primera fue cuando todavía estaba en el colegio donde el esfuerzo y la dedicación de uno de mis maestros me ha convertido de una alumna no totalmente aplicada a graduarme con honores. La segunda fue cuando empecé aprender español por primera vez. A gracias a mis profesores después de dos semestres estaba lista para tomar cursos de nivel 300 y 400. Estoy inmensamente agradecida por el apoyo que me han dado y por hacer un trabajo que deja una huella en las vidas de los demás. Gracias por ser maestra y siempre acuérdate que hay un alumno que está en deuda contigo.

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  4. Gracias a todos por sus comentarios positivos.

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  5. Qué reflexiones tan profundas: las del blog y las de los comentarios.

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