martes, 4 de diciembre de 2012

Costumbres que pueden perdurar


En medio de las decoraciones para la navidad me encontré con las fotos de la fiesta del los quince de mi hija.  Dejé de hacer lo estaba haciendo y reflexioné en la importancia de esta celebración.  Antes de que ella cumpliera los quince, pensé que no iba a querer una celebración tan pomposa, aunque la de ella fue una fiesta modesta; se invitó a la poca familia que tenemos aquí, a buenos amigos de la familia y a sus mejores amigas/os.  Lo que más me sorprendió de todo es que mis tres cuñadas y mi suegra hayan venido de Wisconsin para ayudarnos a celebrar con la quinceañera.  Ahora, ellas me cuentas que se fueron a google para entender un poco más acerca de la celebración, puesto que acá se celebra los dieciséis años. 

Mi hija se vistió de princesa ese día, pero realmente eso es lo que ella es para nosotros, sus padres.  Ahora pienso en lo bonito que es pasar tradiciones a nuestros hijos, aunque a veces parezcan imposibles porque ellos están bombardeados con nuestra cultura aquí en Estados Unidos.  A veces encuentro difícil enseñarles costumbres latinas, los buenos días en la mañana o el besito al saludarse o al despedirse.  Bueno, yo sigo intentando, lo que sí sé es que a mi hija le encantó haber celebrado sus quince años porque como ella misma dice, esa fiesta representó a su lado hispano.

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, es difícil mantener la cultura de uno en un país como los estados unidos que tiene un poder cultural global. Además, por más que uno intenta a veces se las olvidan las cosas. Yo misma he dejado tantas costumbres tradicionales. Por ejemplo, antes nunca trabajaba durante el Eid que es para nosotros como la navidad pero ahora solamente tomo la mitad del día para ir a la mezquita a rezar y enseguida voy a trabajo, porque no tengo casi nadie con quien celebrar. Mi familia acá ya no organiza las fiestas grandes que hacíamos en nuestro país. A veces hasta me da miedo olvidarlo todo pero eso escribo en somalí o en árabe para comunicarme con mi mama que a veces me responde en inglés, lo que me da ganas de decir, “no mama, no más inglés”, pero no le digo por supuesto. Me alegra que por lo menos estés tratado de enseñar la cultura latina a tu hija y a tu familia política que seguramente estén fascinados con ella.

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  2. Yo he pensado mucho en este tema. Cuando mis hijas eran pequeñas me esforcé tanto para continuar las tradiciones de mi familia y también aprendí las de mi marido porque su familia no estaba en EU. Llegué al punto que me cansé porque parecía que a nadie le importaba tanto, y yo matándome para hacerlo todo (buscar ingredientes y preparar comidas especiales, decorar la casa, invitar a la gente). Cuando las hijas salieron de la casa pasamos algunos años en que no hice nada de eso, y los días de fiesta pasaron sin ninguna celebración. Fue triste pero, siendo terca, no dije nada. Pero recientemente mi marido y las hijas se han dado cuenta de la importancia de celebrar con familia. Quieren comer la comida rica y disfrutar del sentido de comunidad. Ahora llegan a los días festivos dispuestos a trabajar; decoramos, preparamos la comida y con la participación de todos celebramos cada fiesta. Me han mostrado que el trabajo que hice cuando la familia era joven valió la pena.

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